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lunes, 6 de abril de 2009

Propuesta de Dirección




La obra

La obra retrata la vida de un matrimonio ingles Sarah y Richard. Mostrándole al espectador sus aparentes costumbres sexuales liberales. Ambos protagonizan esta pieza donde sus “amantes” no son un secreto para ambos y constituyen un elemento importante en la relación, a lo largo de la obra advertimos que los “amantes” no son mas que un juego de roles, donde ellos mismos encarnan otra personalidad (Max-Dolores) tomando el papel de amante de su propia pareja, aunado a una serie de rituales eróticos que otorgan vitalidad a su consumida relación.

Yo, tú, él, ella, nosotros, ustedes, ellos y El amante

¿Qué sentirías si tu pareja te comentara que cuando está haciendo el amor contigo imagina que lo está haciendo con otra persona?


¿Hasta qué punto conviene compartir con la pareja tus fantasías sexuales?


¿Estarías dispuesto a cumplir todas las fantasías de tu pareja?


¿Las fantasías pueden salvar una relación?


¿Cuándo una fantasía deja de ser un acto erótico para convertirse en un modo de vivir o de sobrevivir?


Bienvenido a compartir tus respuestas




Fantasías sexuales



La fantasía es algo inherente a lo erótico y a todo ser humano, recurso de aquellos que desvían su vida sexual hacia la imaginativa, el recurso de soñar despierto, o el de gozar con los sueños mas íntimos.
El erotismo no es solamente una respuesta a los estímulos reales sino que, también, tiene su puerto en la imaginación y en la fantasía, sin las cuales no podría sobrevivir. La imaginación alcanza lo que no logra la realidad y acaba muchas veces triunfando sobre cualquier tipo de realidad basándose en incitaciones puramente imaginarias en donde lo inmaterial colabora estrechamente con lo fisiológico, animándolo mediante la representación mental de personas, objetos o escenas, en ausencia de ellas o, incluso, sin su existencia previa.



Algunos estudios develan que cerca del 80 % de las personas acuden a fantasías sexuales para acrecentar su excitación. En cuanto al contenido y a los temas más usados son: sexo en una playa solitaria, en un bosque, con prostitutas, en el asiento trasero de un coche, en un avión, entre muchas, muchas más.


En el acto sexual es común que la mente viaje tan lejos como la imaginación quiera. Las fantasías, entran comúnmente en acción sin mayor problema en el autoerotismo. ¿Pero que pasa cuando la fantasía esta ligada directamente a la pareja? Como por ejemplo:

“Estoy aburrido de ti, por esta noche juguemos a que somos otros.”
¿Este juego puede acabar bien?


En principio para muchos puede sonar divertido y podría intervenir sin mayor problema en sus vidas sexuales pero; ¿En que punto se convierte de un juego cachondo en una evasión de los verdaderos problemas? ¿Si no se controla puede sobrepasar a la pareja? ¿Cuáles son los motivos reales? Al terminar el juego ¿La necesidad se suple y termina allí? O bien al gastarse el juego ¿la pareja se sentirá aún mas aburrida e ira en busca de la satisfacción real de su fantasía? Y si esto sucediera de común acuerdo ¿solucionaría definitivamente los problemas en la pareja? O simplemente ¿generaría más?



Estas y muchas interrogantes mas son las que me despierta la obra y las que espero generar en el público. Creo que es un tema que le ataña y le preocupa a la mayoría de las personas y más al público universitario que es al que esta dirigida mi puesta.




Gustavo y El amante

Yo concibo al teatro y a las artes en general como medios de expresión pero sobretodo como un recurso de exploración y de entendimiento personal (entiéndase con personal al artista y al espectador.) Por ello no pretendo dar respuesta a estas interrogantes con una posición inquebrantable. Lo que si busco es abrir un dialogo entre la puesta y el espectador, pero sobre todo apelo al dialogo intimo del espectador con sus propios descubrimientos.
El vestuario como lo indica la obra es un elemento erótico de la pareja, haciendo de este un fetiche, ellos se disfrazan para jugar a ser amantes, quiero explorar la teatralidad que ellos imprimen en sus fantasías.

El texto como podrán ustedes advertir no nos sitúa en ningún tiempo específico, auque si precisa que la casa se encuentra en Windsor, mi propuesta de situar la obra en los años veinte no será una referencia histórica de la década, será simplemente una referencia estética inmersa en los juegos de pareja, debido a que quiero alejarme rotundamente de lo vulgar y pedestre en que podrían caer las referencias sexuales, quiero dotar a la obra de un erotismo íntimo casi sagrado, pero plagado de una fina y distinguida sensualidad.

Considero que la corporalidad que caracterizaba a la época ligada a la forma de llevar la ropa será un buen punto de exploración actoral y concederá a la puesta de un particular erotismo.

Escenográficamente me gustaría referirme el ambiente burgués en el que se desenvuelve el matrimonio ya que es parte fundamental de la relación, además de reflejar un mesurado realismo, para lograr la potencia necesaria en los rompimientos farsicos. Me gustaría provocar en el público la sensación de que ellos son intrusos dentro de esta casa, que vienen a ser una especie de voyeuristas, que atisban y husmean en la intimidad de desconocidos.
Como ya lo mencione el público al que esta dirigida la obra es eminentemente universitario ya que me interesa su colocación en la Temporada Teatral de Otoño 2009 del colegio y la participación en el Festival Universitario.

Actualmente he iniciado el proceso de montaje con seis horas de ensayo a la semana. Por ser un proyecto inmerso en una clase de dirección esta sujeto a una fecha de examen prevista para el 14 de mayo.

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